Garantías de salud en el deporte!

Es archiconocido que el deporte es una de las actividades más recomendadas a la hora de mantener un excelente estado físico y mental. Sin embargo, su práctica no está exenta de ciertos riesgos que pueden afectar a la salud. Es fundamental la prevención de lesiones deportivas (musculares y articulares), así como de las infecciones relacionadas con la bajada de defensas.

Dichas lesiones y patologías típicas del deportista se asocian principalmente a situaciones cuando el ejercicio que realizas: 

  • supera los umbrales de tu carga máxima, y/o
  • se efectúa en condiciones ambientales «estresante»

 

Para la prevención de lesiones deportivas, es fundamental que como deportista realices una monitorización de la intensidad y duración de tu actividad en cada entrenamiento y competición. Y en función de ella adecues unas pautas correctas en aspectos tales como el descanso/recuperación y de la alimentación/hidratación.

Dichas pautas deberán adaptarse fundamentalmente en función de:

  • la carga y tipo de entrenamiento
  • el carácter más o menos competitivo de la actividad, 
  • las condiciones ambientales de cada momento en las que entrenas y compites, y
  • en definitiva, serán acordes al momento de la temporada deportiva en la que te encuentras. 

 

Estos preceptos son válidos para los deportistas avanzados. Pero también para los que retoméis o iniciéis en la práctica de cualquier disciplina deportiva. De ello dependen las posibilidades de cumplir con éxito los proyectos deportivos. Y no fracasar durante el camino, fruto de una lesión o patología típica de deportista descontrolado.

Sabes cómo cuidarte por fuera… ¿y por dentro?

Un incremento en la actividad debe realizarse de manera progresiva, para facilitar la prevención de lesiones deportivas y evite riesgos en la salud. A nivel fisiológico, hacer deporte supone una aceleración de los procesos bioquímicos. Esta activación tiene efectos directos no sólo a nivel celular, sino también tisular y sistémico. La producción/consumo de energía extra que requiere la ejecución del ejercicio, y exige un incremento en los procesos tales como consumo de nutrientes, oxidación celular, eliminación de residuos…

Estos acontecimientos pueden suponer en ocasiones un mayor desgaste, que puede debilitar el sistema inmune. Se incrementan así los riesgos de infección, sobre todo a nivel del sistema respiratorio.

Para evitarlo, la activación deportiva requiere muchas veces de un ajuste del estilo de vida. Y la correcta alimentación e hidratación juegan aquí un papel fundamental. Optimizar la alimentación, significa ajustar la ingresa calórica al incremento de consumo, así como adecuar la calidad de los nutrientes. Sin olvidar una adecuada suplementación con micro-nutrientes y oligoelementos, al ser frecuentemente la dieta incapaz de aportarlos en cantidad necesaria.

Para perfilar cada caso concreto, es fundamental contar con entrenadores y nutricionistas especialistas del deporte que diseñen unas pautas adecuadas a los retos asumidos. Y más allá de las pautas de entrenamiento y alimentación, existen novedades de monitorización tecnológica que ayudan a optimizar tu salud y rendimiento en el deporte.

¿Te has planteado vigilar periódicamente el estado de tus músculos y articulaciones? ¿monitorizar el ritmo de tu corazón y tus pulmones? ¿Y tu metabolismo?

En este sentido, son cada vez más accesibles, tecnología que va a permitirte una monitorización del estado y evolución personalizada de la fisiología del deportista. El objetivo es conocer en qué estado se encuentra y cómo funciona el organismo a lo largo de cada momento de la temporada. Puedes optar además por tecnologías 100% portátiles, de manera que las monitorizaciones se realizan junto a ti, en el preciso momento durante el que entrenas o compites. Estas tecnologías se convierten en un apoyo fundamental para la prevención de lesiones deportivas  Se centra en la monitorización de elementos clave del deportista como son:

  • musculatura y articulaciones con termografía
  • metabolismo deportivo y basal mediante análisis de gases
  • niveles de estrés y sobrecarga con métodos de HVR
  • seguridad cardiaca para deportistas en condiciones reales con EKG

 

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